domingo, 31 de diciembre de 2017

Los libros que me encontraron en 2017. Parte I



Hace un par de años atrás empecé a hacer la lista de mis lecturas del año, como un registro de lo vivido y también con la intención de compartir con otros esta experiencia.

Como cada vez son más los libros, ya no me resulta fácil hacerlo en una entrada. Así que lo iré completando con el correr de los días.

Fue un año de muchas lecturas. No todas aparecen en la foto, algunas se escondieron entre las estanterías, otras son parte de la lectura furtiva que realizo en las librerías y bibliotecas (me he vuelto una experta en esto),  y otros, a préstamo, han vuelto a su hogar.

Han llegado hasta mí, por variados caminos. Infinidad de recorridos diferentes (por diferentes espacios, diferentes países) me permitieron hallarlos, a cada uno, en el instante necesario.

Este año, pude conocer a autores. ilustradores y editoriales nuevos, sobre todo en mi recorrido por España. Es un placer hacer estos descubrimientos, pero mayor aún es el placer de compartirlos.

Al principio la selección me resultó una tarea imposible, una madeja en la que me sentí enredada en estos últimos días del año.

Al fin me decidí (seleccionar es una manera de jerarquizar le escuché decir a un amigo), por mencionar aquellos que no resisto compartir (en el aula con mis alumnos, en los talleres, o en la actividades de promoción que realizo en la plaza del barrio)





Toda selección es arbitraria, y en este caso, absolutamente personal. Depende del momento, del estado de ánimo, de lo vivido (el orden es aleatorio, casi)

Espero colaborar con otros para que encuentren aquel libro que los está buscando.

Empezaré con este libro que estuvo varias veces entre mis manos, y que me permitió habilitar espacios de conversación. 





La historia de Julia, la niña que tenía sombra de niño

De Christian Bruel y Anne Bozellec

De una coedición entre Babel y Calibroscopio


Fue publicado en francés por primera vez en 1976, y sin embargo no ha envejecido.

Lo conocí hace varios años, pero aún no lo había conseguido, este año supe que se había reeditado así que pensé que había llegado el momento de hacerlo propio.

Julia es una niña que descubre que tiene sombra de niño, que le gusta hacer cosas de niño, y que no entiende por qué "las niñas deben portarse como niñas y los niños deben portarse como niños"

Un libro necesario para leer con los niños y adolescentes (lo llevé a un taller con alumnos de 13 a 18 años y les encantó)

Las ilustraciones en blanco y negro...los textos en rojo sobre fondo blanco (o viceversa) potencian la fuerza de las palabras

Un libro que no da respuestas, pero nos deja preguntas que  necesitamos hacernos. Que habla de la identidad de género, de los estereotipos, pero también de la libertad, de las relaciones, y de todo lo que ustedes puedan leer en él.

En Argentina se consigue una edición anterior en las bibliotecas escolares, pero esta me pareció aún más bella.

Otros libros que pueden acompañarlo: Orejas de mariposa (de Luisa Aguilar y André Neves), Pequeño azul y pequeño amarillo (de Leo Lionni), Héctor el hombre extraordinariamente fuerte (de Magalí Le Huche ) y acabo de ver un libro que Calibroscopio promocionaba un libro que sin conocerlo me animo a recomendar Las muñecas son para las niñas (de Ludovic Flamant y Jean-Luc Englebert)





Lost in translation
De Ella Frances Sanders
Libros del Zorro Rojo

"Un compendio ilustrado de palabras intraducibles de todas partes del mundo", como se lee en la cubierta. Un libro sorprendente, y poético a la vez...sino miren esta palabra

KOMOREBI, del japonés, hacer referencia a "la luz que se filtra a través de las hojas de los árboles"

Las ilustraciones son muy bellas, en tonos cálidos, acompañan la magia de las palabras.

Lo conocía gracias a Barbi Couto que me lo presentó allá por abril en su facebook, salí en su búsqueda y me enamoré de solo verlo.




Les regalo la palabra TSUNDOKU a otros fanáticos de la lectura como quien suscribe (la foto muestra varios libros aún encerrados en su envoltorio que se acumulan en los rincones de mi casa)

"Comprar un ibro, no leerlo y dejarlo apilado sobre otros libros no leídos"

Otros para recomendar: en primer lugar la parte II de este libro, y también Aquicito, un libro del Taller Azul de Silvia Katz, publicado en Salta, Argentina, que trata de los Hablares y decires del tiempo del ñaupa (una selección de palabras elegidas e ilustradas por los chicos que hablan del decir en esa zona de nuestro país)






Ver la luz
De Emma Giuliani
Editorial Kókinos

Un libro con pestañas para dejar al descubierto la belleza oculta.

A medida que vamos pasando las páginas iremos desplegando una historia frente a nuestros ojos.

Las ilustraciones en blanco y negro al principio, ocultan pinceladas de color

Todo un trabajo de ingeniería en papel que les encantará descubrir.

Pero no es solo eso, el texto construye de una manera poética una metáfora de la vida misma.

           Vivir gracias al calor del otro











y después darlo también...




Termina con esta palabra que me empezó a resonar allá en el inicio del año en una charla que dio la querida María Teresa Andruetto, en ocasión de las Jornadas para Mediadores de Lectura en la Feria del Libro

Una palabra que se transformó en una letanía durante este difícil año en Argentina.

RESISTIR

A veces la alegría es una forma de resistencia.

Y también, para mí, lo es leer a otros.

Otros libros con pestañas (no están a la altura del texto del anterior pero sirven para sorprender): En el cielo y En el jardín, de Annete Tamarkin

Les acerco un libro que me da alegría, y que he leido ante distintos públicos en este año.



NO
De Marta Altés
Editorial Thule

Me lo encontré en las amorosas manos de Alejandra Alliende, durante un taller al comenzar el año. Lo compré por abril, en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, y a partir de ese momento no dejé de compartirlo.

Un perrito que se cree un santo


Pero, que no lo es tanto...




Una mascota muy simpática, con una confusión de identidad y que no entiende el NO...

Recomendadísimo para todas las edades. Un libro capaz de provocar carcajadas.

Otros que recomiendo: Mi gato el más bestia del mundo (de Gilles Bachelet, de Caibroscopio) , ¡Yo primero! (de Michaelle Escoffier y Kris Di Giacomo), y Finn Hermann (de Mats Letén)




El pequeño rey de las flores

  De Květa Pacovská

Editorial Kókinos



Este libro también me produce alegría, pero por su belleza.

Tuve la suerte de conocer a Květa Pacovská en Valencia, en ocasión de las Jornadas de Animación a la Lectura y Observación (JALEO) 2017

Y encontrarme este libro, es como tener una obra de arte que podemos transportar en la cartera.

La historia es  sencilla, un diminuto rey sale a buscar compañía y la encuentra.

Pero lo fantástico es ese viaje, el uso del color tan maravilloso,  las imágenes que despiertan el asombro, que nos invitan a seguir mirando,  que nos sorprenden al dar vuelta la página. 

Un libro que se disfruta a cualquier edad.

 Kvéta nació en República Checa, y a sus juveniles casi 90 años,  todavía disfruta de jugar. Conocerla fue maravilloso, aparte de que el libro en sí mismo parece un tesoro, tengo la suerte de tenerlo dedicado por ella.



Otros de la misma autora: La merienda, Caperucita Roja, La cenicienta, Hasta el infinito

Para terminar esta entrada (seguiremos el año próximo) me detengo en la poesía...



Versos como una casa
De Mar Benegas 
con ilustraciones de Francisca Yáñez
Editorial A buen paso

Mar Benegas es una querida amiga.

Este libro de poesía me llegó este año, resultado de nuestro encuentro en Valencia, como un regalo

La poesía es para mí tan necesaria como el aire (y me doy cuenta que para los chicos y adolescentes también, aunque no suele llegarles tan seguido), y este libro es uno de mis elegidos.

Como siempre Ariana Squilloni, editora de A buen paso, no descuida ningún detalle. Ya desde las guardas, nos permite entrar en un hogar donde habitan la belleza de las palabras, y la sensualidad de la poesía de Mar. 

Las ilustraciones de Francisca Yáñez, a quien no conocía, acompañan y vuelven cálidas imágenes los poemas que se hilvanan en torno a la sencillez de lo cotidiano.

Elijo este fragmento de Canción para despedir el año, para dar fin a esta entrada...

.
"Para saludar el año
y terminar la canción
enterradito en la tierra
hay que dejar el dolor.
Aquello que nos dio pena
o nos rompió el corazón
que sea semilla buena
y en primavera una flor"

Justo lo que me he propuesto para este nuevo comienzo...

Otros de Mar que me han acompañado este año: Las niñas o cómo suceden las cosas,  44 poemas para leer con niños, Abecedario del cuerpo imaginado

Para terminar les deseo..

..que siempre tengan el calor de una casa, de unos amigos, de unos afectos, a los que volver...

Y les agradezco desde el corazón, que se hayan pasado por aquí a leerme...

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